Cuenta la Leyenda que La
Maliciosa, actualmente una montaña de roca desnuda y matorral bajo, no siempre
fue así. Antiguamente, en lo alto de la montaña había un vergel, un auténtico
jardín con huerta y todo. Un oasis con agua en abundancia. Las gentes de los
alrededores lo veían, pero por más que lo intentaban no podían acceder a él.
Únicamente una bruja de un pueblo cercano sabía cómo hacerlo y gozaba de los
frutos del fantástico jardín. La mujer era conocida como “La Maligna“. Un grupo
de vecinos decidieron seguirla para ver como llegaba hasta la cima. La bruja,
al darse cuenta, montó en cólera, invocó a los poderes más oscuros y se declaró
un pavoroso incendio que acabó con el vergel y dejó la montaña completamente
vacía de vegetación. Desde entonces La Maligna es simplemente una
roca pelada de granito.
Según cuenta la leyenda, La
Maliciosa solía ser un lugar hermoso y exuberante, un jardín en la cima de la
montaña con una huerta fértil y agua abundante. Era un oasis en medio de los
alrededores áridos.
Sin embargo, este paraíso estaba
fuera del alcance de las personas que vivían en los alrededores. Solo una bruja
del pueblo cercano, conocida como "La Maligna", conocía el secreto
para llegar hasta allí y disfrutar de sus maravillas. Ella era la única que
podía acceder al vergel y saborear los frutos y las aguas cristalinas.
Un grupo de vecinos, intrigados y
deslumbrados por las historias del hermoso jardín en la cima, decidieron seguir
a La Maligna para descubrir su secreto. Pero cuando la bruja se dio cuenta de
que la estaban siguiendo, se llenó de ira. Invocó los poderes más oscuros que
poseía y provocó un terrible incendio que consumió por completo el vergel y
dejó la montaña desnuda y desprovista de vegetación.
Desde aquel fatídico día, La
Maliciosa se convirtió en una montaña de roca pelada de granito. El antiguo
vergel y su esplendor desaparecieron, y solo quedó el recuerdo de lo que una vez
fue. La Maligna, con su maldad y su enojo, transformó la montaña en un lugar
yermo y estéril como castigo por aquellos que intentaron descubrir su secreto.
Así, la leyenda de La Maliciosa
nos enseña la importancia de respetar los secretos y no dejarnos llevar por la
codicia. Además, nos recuerda que nuestros actos pueden tener consecuencias
duraderas y que debemos ser cuidadosos con nuestras acciones. Aunque hoy en día
La Maliciosa sea solo una montaña de roca desnuda, su leyenda perdura como una
advertencia y una lección para todos aquellos que la escuchan.