Hacia el interior de Moraira, se encuentra el encantador pueblo de Teulada, un lugar lleno de historia y tradiciones que ha sabido conservar su esencia a lo largo del tiempo. Ubicado en un enclave privilegiado, este pueblo combina el encanto de su arquitectura típica con la belleza de su entorno natural, ofreciendo un escenario pintoresco y acogedor.
El boceto que presenta captura una de las calles del casco antiguo, donde el trazado urbano nos guía de manera casi intuitiva hacia unas escaleras que se pierden en el recorrido, conduciéndonos a la parte alta del pueblo. La composición busca transmitir la atmósfera única de este rincón, en el que la luz y las sombras juegan un papel fundamental.
En esta obra, recurre a una armonía de colores basada en una delicada combinación de blancos, ocres y violetas en las sombras, lo que aporta profundidad y carácter a la escena. El pequeño formato elegido permite resaltar la frescura y espontaneidad de la ejecución, dando como resultado una imagen vibrante.
